¿Igualdad de oportunidades?

Septiembre, 5 de 2005.


El viernes 2 de Septiembre me dirigí a la escuela Arturo Merino Benítez en la comuna de Pudahuel para entregar un aporte del Colegio, y continuar con el apoyo desde mi asignatura.

Bordeando las modernas instalaciones de Aeropuerto Internacional de Santiago, divisé, como otras veces, el techo de la escuela alegremente pintado de lila. Mi primera sorpresa fue divisar algunos automóviles estacionados al borde de la autopista, y un grupo de personas en el acceso a la escuela. Me dirigí a éste y comprobé que el portón estaba cerrado con cadena y candado. Un grupo de apoderados me informó que se habían tomado la escuela oponiéndose al traslado de ésta a las nuevas instalaciones. La razón: la nueva escuela no está terminada, a pesar de que la pista de aterrizaje del aeropuerto está habilitada desde el pasado jueves.( un fuerte ruido y la presencia de un boing Air France lo corroboraban).

Una vez entregado nuestro aporte y ante la imposibilidad de realizar mi trabajo con el docente que imparte Inglés, me dirigí a la escuela nueva. Llegar es muy fácil: se toma nuevamente la moderna autopista y avanzando apenas unos metros te internas unas tres o cuatro cuadras por un camino rural sin pavimentar, desnivelado y con grandes hoyos producto de las lluvias. (es evidente que el asfalto no alcanzó para este tramo que ningún pasajero ni viajero ilustre transitarìa )

La nueva escuela es un edificio de moderna arquitectura, con alegres colores y atractivo diseño, que estoy cierta brindará mayores comodidades a los alumnos y docentes, sin embargo la obra no está concluida: no hay cocina, una sala del nivel pre-escolar no está terminada, y una gruesa capa de barro cubre todo el sector del patio.

Las obras pendientes son menores, es cierto, pero ¿Cómo convencer a los apoderados que las labores efectivamente se van a terminar?, ¿Cómo derribar el muro de desconfianza que la marginación reiterada ha construido?
¿Por qué si el aeropuerto de Santiago pudo tener lista sus instalaciones en la fecha propuesta no fue así con la escuela? ¿Cómo se calendarizó el inicio y término de las obras?
En fin, al venirme bordeando el aeropuerto y mientras conducía por la Costanera Norte, pensé que tal vez si las empresas privadas se propusieran tender una mano y compartir parte de sus recursos y, por otro lado se viera una gestión más efectiva de las entidades de gobierno, lograríamos quizás despegar TODOS y no sólo los boings de nuestro Aeropuerto Internacional.
Maite Blazquez